Betania regala otro libro, antología de Felipe Lázaro
El escritor y editor Felipe Lázaro

Aprovechando las fiestas de fin de año, Betania regala otro libro a sus lectores (como los 20 ebooks que se pueden leer o descargar gratuitamente en nuestro blog Ebetania: http://ebetania.wordpress.com pinchando en las ventanas eBook).
En esta ocasión se trata de la 2º edición de Tiempo de exilio. Antología poética (1974-2014) del poeta cubano Felipe Lázaro (Güines, 1948), editor-director de la editorial Betania, fundada en 1987. La primera edición (2014) de este libro corrió a cargo de la casa editora francesa Editions Hoy no he visto el Paraíso, que dirige la poeta y pintora cubana Margarita García Alonso en Le Havre. No obstante, Tiempo de exilio es la tercera antología poética de Lázaro, precedida por Data de Scadenza (Trieste, 2003) traducción al italiano del poeta Gaetano Longo y Fecha de caducidad (Madrid, 2004) con prólogo del poeta cubano Efraín Rodríguez Santana.
Como bien señala, en el Prólogo, el poeta y escritor cubano Francis Sánchez: “Unos 50 poemas, pertenecientes a seis libros publicados, sintetizan la obra de Felipe Lázaro (…), retazos de una vida arrojada fuera de la patria. Así el poeta ensarta su dilatado exilio en la aguja de un verso adaptado al exacto existir, a la experiencia emocional y cultural más perceptible, sin que le tiemble el pulso al guiarse siempre por la sajadura del desprendimiento, la condición de exiliado como hilo conductor que lo perdió y al mismo le ha permitido encontrarse con la poesía”. Según el prologuista: “Llama la atención que, a pesar de salir de Cuba con solo 12 años (1960), Felipe Lázaro reclame el término “exilio”, cargado de connotaciones políticas, lo que imprime un nivel de coherencia a la problemática de su visión literaria desde su primer libro hasta esta selección personal que no ha podido recibir mejor título”.
En un texto escrito para la primera edición y que en esta nueva conforma el Prefacio, la editora Margarita García Alonso señalaba lo siguiente: “El libro nos llega como frisón de una tela, el instante sonoro que da paso a la intimidad. Aúna poemas que han trascendido en la memoria; otros, totalmente inéditos, juegan con la tipografía, cual diablillos que habitan al poeta-editor de tantos cubanos, de numerosos libros y poetas que forman parte de la biblioteca imprescindible de la literatura cubana y universal. (…) En Tiempo de exilio, un hombre frente al tiempo cuenta cómo ha podido sobrevivir y reafirma que tiene fe en las palabras”.
El propio poeta (Felipe Lázaro) nos señala en dicho Prefacio: “Toda antología es la suma de una constancia literaria. Por eso, Tiempo de exilio –donde reúno poemas de mis seis libros, más otros inéditos- no es más que el resumen de la labor poética de los últimos 40 años. (…) En este sentido, pertenezco a la generación de poetas cubanos formados y surgidos en el exilio, los que salimos siendo niños, como: Maya Islas, Gustavo Pérez Firmat, Lourdes Gil, Iraida Iturralde, Alina Galliano, Laura Ymayo, María Elena Blanco y muchos más. Sin olvidar a los dos grandes exponentes de la poesía de nuestro éxodo, como son José Kozer y Magali Alabau y a los fallecidos: Luis Cartañá, David Lago González y Amando Fernández, entre otros. Incluso, para ser justos, tendría que mencionar a los poetas que han publicado sus libros en el destierro y que conforman una nutrida relación de autores que reflejan el quehacer poético fuera de la Isla desde el mismísimo 1959 a nuestros días”.
Como muestra de esta nueva entrega poética, les brindamos un poema de dicha antología:
Díptico del eterno exiliado
para José Mario, in memoriam
Soy un exiliado total
Guillermo Rosales
I
Nos quedamos con tantas dudas e interrogantes
que faltó más de una conversación
con la frecuencia del abrazo que todo lo sella.
No obstante, ahora revives en la cercanía de nuestra memoria,
justo cuando has iniciado un viaje sin retorno
con tus ciudades amadas como equipaje:
esas interminables calles neoyorquinas,
tus sueños en un tranvía lisboeta,
taciturno quizá en Cafe de Flore
o la presencia en Praga del verdadero rostro humano
sesenta y ocho veces congelado.
Hasta tu cotidiano caminar por los madriles
-de Lavapiés a Sol y viceversa-
donde repites con la ebriedad de tus versos
la travesía de los deseos.
Pero aún falta regodearte en otras latitudes
que reclaman tu regreso
en este preciso instante
cuando deambulas en la nada.
Ahora que no necesitas ningún trámite
para volver a tu Isla,
porque ya llevas su mapa incrustado en tus neuronas.
Y así trasnochas como fantasma en tu Habana,
ansioso de recuperar todo aquello que te sostuvo en vida:
El Gato Tuerto, La Roca, el puerto;
El Pastores o la Rampa,
hasta la escalinata que libertino frecuentabas
con la lucidez de tus poemas más subversivos,
irremediablemente proféticos de tu posterior destino:
¡Un Rimbaud que ardía en el trópico
mientras toda querencia se convertía en cenizas!
Necesitabas volver a ese espacio vital
de tu primer bautizo amoroso,
como el alegre y travieso adolescente
que asombraba a su entorno familiar leyendo a Proust.
Sentar tu precocidad en la lujuria del Malecón
y ver escapar los abrazos idos
que retornan con la incertidumbre del oleaje,
donde el susurro de otras voces
danzan en la intimidad de un caracol
y repiten con la sonoridad de la nostalgia
el ceremonial de esas canciones
-preferiblemente de Bola de Nieve o de Vicentino Valdés-
grabadas en la lluvia de tus recuerdos
en un bar sin nombre
de una esquina cualquiera…
II
Tan caro precio pagaste por el amor a ese paisaje
que tan solo se escucha el triste eco solitario de tu voz.
Con tu poesía rodeas la escena del verdor insular,
vitral ausente de todo tipo de emblemas patrios.
Sin datos inscritos en tu pasaporte
deshaces la telaraña de tus ensueños
y confirmas la más trágica verdad:
los hombres son más libres después de muertos.
Al final, quemaste tu vida a grandes sorbos:
rebelde, iconoclasta irreverente,
doblemente exiliado,
poeta maldito en tu tierra y en el destierro.
Precursor de tantos enfrentamientos,
rechazas la fugacidad de las vanidades
-incluido los transitorios ismos-
y nos dejas tu paso por ese mundo
como un enigma injustamente inacabado.
Portador de la más cínica sonrisa,
ya saltas y brincas a tu libre albedrío,
a carcajadas te retuerces
de toda pequeñez humana.
Repiensas tu vida como un misterio
al borde del más inusual abismo.
Rehaces tus huellas
Como testigo de una época
teñida de sangre a borbotones:
¡Ay Cuba!
La historia se equivoca tantas veces. *
————–
* José Mario
La versión digital (ebook) se puede leer o descargar gratuitamente en nuestro blog EBETANIA: http://ebetania-wordpress.com pinchando en la segunda ventana Ebook.En la portada de la presente edición se reproduce una obra del pintor cubano Andrés Lacau, residente en Miami, que a todas luces enriquece este libro.
Felipe Lázaro (Güines, 1948). Poeta y editor cubano. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología. Graduado de la Escuela Diplomática de España. Fundó la editorial Betania en Madrid (1987). Sus últimos libros publicados son: Indómitas al sol. Cinco poetas cubanas de Nueva York (2011), Conversaciones con Gastón Baquero (2013 y 2014) y Tiempo de exilio, 1974-2014 (2014).
Tiempo de exilio. Antología poética, 1974-2014, de Felipe Lázaro.
Prólogo de Francis Sánchez.
Prefacio de Margarita García Alonso.
136 pp., 2016. Colección Antologías.
ISBN: 978-84-8017-385-8.
PV: 15.00 euros ($20.00)