Interpolaciones

Y andamos por la casa sus gorriones
maquinalmente absurdos
sosteniendo al nfumbe* que da cuerda
al único aparejo que señala
el paso de las horas en huida.
Y se halle armado el día de una vez
con cada curvatura y cada fuerte
con sus muertos vivientes y sus árboles yertos.
Se halle recuperado el banquete del día
cada estación de turno con su escaque de luz.
Se halle armado en silencio el rosario pulido
del día con sus muertes
y las aberraciones de toda cerradura
desovillando el tiempo de un infausto cadáver
el hilo aborrecible de su voz.
Se halle lo bizarro o surrealista
detrás de cada puerta
debajo de la cama
en los escaparates con sus viejos tratados
y embrujadas materias;
se halle en vilo el soñado
vagar del cromosoma
entre cada palabra
no dicha o no disuelta
en el sueño insular
de andamios de herraduras
de tragantes caníbales
de adormecidas puertas…,
andemos pues andemos
errabundos gorriones
con el ojo apagado
la travesía del sueño.
*En Palo Mayombe: muerto
Del poemario inédito Pentagonías