José Martí, José Lezama Lima y la Cuba del ombliguismo

En Cuba hay dos ombliguismos literarios convergentes, uno en las antípodas del otro, pero iguales de nacionalistas: sus artífices son José Martí, cuya devoción patriótica, con su concerniente visión idealista, trajo como consecuencia el ombliguismo político, y el otro José Lezama Lima.
Este ultimo intenta rescatar a Cuba, dado su fracaso político, estéticamente: la insularidad, esos jardines invisibles… Lezama y Orígenes son la respuesta al fracaso político cubano, y en esa preponderancia estética se refugió mi generación para evadir el paroxismo de la realidad insular, que también se extendió a la poesía.
El problema es que este fenómeno trajo consigo la tendencia ombliguista cubana de pensar que solo existe una vía para todo. Lezama ha sido tan endiosado como Martí. El mesianismo se volvió estético y, por tanto, para medir su calidad, había que pasar por el rasero lezamiano a la poesía cubana.
Vaya diferencia entre dos islas como Inglaterra y Cuba. Jorge Luis Borges dijo que cada inglés es una isla. Yo diría que cada cubano es un rebaño (por supuesto, valen las salvedades).
¿Hasta cuándo el rebaño seguirá con su apego a lo institucional? Mientras los escritores no creamos en la gestión independiente, y, en el caso de los exiliados, no aceptemos que para tomar este camino hay que pagar un precio, seguiremos en las mismas: mirando hacia Cuba y su centralismo cultural lleno de prebendas para ganar adeptos y manipular la opinión pública desde las letras, como se hace en la actualidad con el llamado intercambio cultural.