La manada intelectual arriba a San Francisco
Leo que el Departamento de Estado ha concedido 60 visados a cubanos y ha rechazado once solicitudes para viajar a la conferencia en San Francisco (California) a la que asistirá la tristemente célebre hija de Raúl Castro, Mariela Castro. Y sumo. 77 “intelectuales orgánicos” en total pretendían, y la mayoría (71) lo ha conseguido, montarse esta vez en la carroza de los viajes a Estados Unidos, en el marco del alegre intercambio intelectual promovido por la administración Obama.
71.
Y lo más curioso es que según la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, por su sigla en inglés) invitó para su XXX Congreso de la próxima semana a “alrededor de cien académicos cubanos”. Nada menos que a cien. ¿Hace falta tanta gente para hablar… de qué? Pero sobre todo, ¿para resolver qué? Cascarita. ¿Alguno de estos “intelectuales” ha resuelto alguna vez alguna cosa, ha dicho alguna vez algo nuevo o gracias a sus sesudas intervenciones han avanzado un ápice la democracia o la cultura en la región? Mire usted a su alrededor y lo comprobará por sí mismo.
Se entiende por qué estos figurines de la baba odian a morir la libre empresa, a los Estados Unidos y el trabajo independiente y verdaderamente creativo, por lo mismo que gustan del cuento y la metatranca, parasitando a sus respectivas sociedades. Por estas visas, estos viajes y estas tarjetas blancas es que la manada intelectual cubana apoya servilmente a un régimen censor y reaccionario como el castrista. Viven del cuento, la cháchara y la adulación cortesana, y eso en la Cuba de la cultura estatizada se les da inmejorablemente.