Maduro, la apoteosis del titiritero

Mientras esta treintena de títeres –visto lo visto, no se les puede llamar de otra manera— titulados presidentes se prestaba a formar parte del circo y acudía al velorio en Caracas, Henrique Capriles denunciaba en Twitter el primer gran fraude de las seudoelecciones en ciernes en Venezuela: Maduro, contra lo constitucionalmente establecido por el propio chavismo, ejercerá de presidente interino en lugar del presidente de la Asamblea Nacional, a quien le corresponde ese mandato hasta los comicios, Diosdado Cabello. Con su decisión de hoy, otra vez el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) pasa por encima de la Constitución y demuestra su dependencia absoluta del ejecutivo autoritario. Está claro que la democracia venezolana hace tiempo es un eufemismo.