¿Qué espera Mariela Castro para exigirle a su padre Raúl Castro que abra en la Asamblea Nacional, con ramificación en el Comité Central del Partido Comunista de Cuba, una oficina para atender los asuntos de los homosexuales?
Ahora que a nombre de la revolución la directora el Cenesex lidera una campaña por el respeto pleno a los derechos de los homosexuales, de seguro muchos gays saltarán del closet en las altas esferas del Estado, desde las filas del Partido, el gobierno y el ejército.
Y esos gays deberían tener un trato especial o distinto al resto, según los criterios oficialistas, pues no es lo mismo ni deben disfrutar de igual consideración los gays revolucionarios en comparación con los apátridas, mercenarios o indiferentes a los postulados marxistas.
También complementaría ese esfuerzo la creación de la Central de Homosexuales de Cuba (CHC). Así esta problemática iría conformándose a la altura de las demás organizaciones sociales.