Palpitar lV
foto de Nilo Julián González

Es inevitable que el mundo se revele mientras camino y ejercito el cuerpo. Me gustan las huellas. Me llenan de pasión y alegría. Algunas son más pesadas y otras más ligeras. Así son las huellas que han dejado en mi alma los seres con los cuales me he cruzado en el camino. Yo sobre el cuerpo de ellos y ellos sobre el mío.
No los he olvidado –son huellas en el alma– pero desde hace un tiempo los recuerdos suceden, no viven, solo existen y los veo pasar como si fueran recuerdos de otra vida que algún día tuve –ya no sufro, ya no espero, ya no me lamento.
En algunos momentos de la vida me han hecho la pregunta y siempre he dado la misma respuesta. Amo como sé amar. Ni más menos dolor –solo el que resisto, solo el dolor que sé amar– vida mía.
Es inevitable caminar y ver las huellas que voy dejando en el mundo. Las huellas son inevitables. Amar es inevitable.