Supermartes en Estados Unidos: Los resultados
Alaska. 24 delegados en juego. Un estado donde Ron Paul, el candidato libertario, partía con algunas posibilidades, siendo el único que hizo campaña en él. Mitt Romney se impuso finalmente.
Georgia. 76 delegados en juego. Newt Gingrich ganó de calle y clamó a los cuatro vientos la resurrección de su campaña, llamando “conejos que van muy de prisa” a los demás contendientes. Prometió que de llegar a la Casa Blanca pondría a $2.50 el galón de gasolina.
Idaho. 32 delegados en juego. Mitt Romney consiguió imponerse con holgura en este estado, donde abundan los mormones.
Massachusetts. 38 delegados en juego. El estado donde Romney fuera gobernador lo apoyó abrumadoramente, con más del 70% de los votos. “No los voy a decepcionar, voy a conseguir la nominación”, aseguró el ganador en su discurso de aceptación.
Ohio. 63 delegados en juego. Piedra de toque de este Supermartes por su heterogénea composición electoral. La frase que todos repiten: “Ningún candidato republicano ha ingresado en la Casa Blanca sin imponerse en Ohio”. Y se impuso Romney, muy apretadamente sobre Santorum.
Oklahoma. 40 delegados en juego. El triunfo de Santorum en este estado conservador redondeó su embestida sobre Romney. Gingrich se llevó el segundo lugar.
Tennessee. 55 delegados en juego. También se los llevó Santorum, rozando el 40% de los votos. Romney entró segundo con alrededor del 28% de las papeletas.
Vermont. 17 delegados en juego. Triunfó Romney con más del 40% de los votos. Ron Paul clasificó segundo y Santorum tercero.
Virginia. 46 delegados en juego. Un estado en el que Romney sólo enfrentaba a Paul (los otros dos candidatos no reunieron a tiempo las firmas requeridas para competir), y en el que se impuso rozando el 60% de los votos.
Global
En general, una noche ligeramente favorable a Rick Santorum, que sale con esperanzas de este Supermartes disperso. Aunque Gingrich se impuso en Georgia, el estado con más delegados en juego esta noche, se trataba de un resultado esperado: fue allí donde nació. Y Romney debió haber pisado más fuerte, aun cuando obtuvo más estados y delegados que nadie. La carrera por la candidatura republicana sigue abierta.